La prescripción de 100 miligramos de ácido acetilsalícilico a los diabéticos mayores de 30 años podría evitar 300 accidentes cardiovasculares en León en los próximos cinco años. Es una de las conclusiones más importantes de un estudio realizado por un equipo de médicos y enfermeros de ocho centros de salud leoneses para valorar el cumplimiento de una recomendación de la Asociación Americana de Diabetes. El informe concluye que sólo el 9% de los pacientes diabéticos sin antecedentes de enfermedad cardiovascular sigue este tratamiento «sencillo, barato y eficaz» que podría evitar pérdidas económicas y sociales millonarias.

Los antiagregantes explica el doctor Saúl Escudero, coautor del estudio, son fármacos que provocan que la sangre coagule con más dificultad y previenen, así, accidentes cardiovasculares, infartos cerebrales, cardíacos o trombos. Desde 2001, la Asociación Americana de Diabetes recomienda que los pacientes diabéticos tomen una dosis diaria de 100 miligramos de este principio activos como prevención. «Los estudios revelan que los diabéticos tienen un riesgo muy por encima de la población general de padecer enfermedades cardiovasculares e, incluso, por encima de las personas que ya han padecido un infarto», agrega el doctor Escudero.

El riesgo es tan alto que actualmente todos los diabéticos deben ser considerados como enfermos cardíopatas pues en un plazo de diez años, dos de cada diez diabéticos padecerán un infarto. Los antiagregantes se recetan ya, casi de forma generalizada, a pacientes que ya han sufrido un accidente cardiovascular como prevención secundaria y, de hecho, el estudio concluye que el 77% de los diabéticos que han sufrido una enfermedad cardiovascular ya los toman. No obstante, la recomendación de la asociación Americana de Diabetes no ha llegado a los médicos de cabecera: sólo el 9% de los pacientes diabéticos, sin otros factores de riesgo, toman este fármaco. El documento publicado en la revista Atención Primaria, la más prestigiosa del sector, se realizó analizando el historial médico de 544 diabéticos, los mayores de 14 años atendidos en ocho centros de salud (rurales y urbanos) con una población diana 12.525 pacientes.

En estos pacientes, con una media de edad de 67 años, se controlaron los factores de riesgo, los criterios de antiagregación y las pautas médicas establecidas. El coste económico El 97% de los diabéticos presentan criterios médicos que aconsejan la antiagregación; de ellos un 18% ya han padecido algún problema cardiovascular. La mayoría, además, presenta otros factores de riegos sumados a la diabetes, como son hipertensión, obesidad, tabaquismo o dislipemia. El grupo más importante, casi una cuarta parte, es el formado por diabéticos con otros dos factores de riesgo.

El estudio concluye que tratar los más de cuatrocientos pacientes sin enfermedad cardiovascular con cien miligramos diarios de ácido acetilsalicílico tendría un coste anual de 9.300 euros pero permitiría evitar en cinco años casi ocho episodios cardiovasculares, cada uno con un coste estimado en más de 6.000 euros (un millón de pesetas). «Éste es sólo el coste económico de la atención, pero existe un coste incalculable que es el social, pérdida de vidas humanas, incapacidades, secuelas o pérdida de calidad de vida», agrega Escudero. Al extrapolar estos datos a la población total León, casi medio millón de habitantes, podemos hablar de que sólo con el uso de este fármaco tan común como preventivo se evitarían casi 300 infartos en cinco años. Escuredo subraya que el estudio confirma que no se está cumpliendo una «medida barata, sencillla y claramente eficaz» para evitar accidentes cardiovasculares importantes y recalca que todos los médicos de cabecera deberían ser informados de la recomendación de la Asociación Americana de Diabetes.

DM 2 a cuidarnos

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Si una persona se alimentara correctamente desde la infancia se evitaría el 67 % de la enfermedades

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La clave del éxito. Las personas tienen que conocer que cuando se inicia un plan alimentario especial no sólo es importante el número de calorías, cantidad y calidad de la misma, sino aplicar ciertas normas a la hora de comer:
Relajarnos, no discutir, no llegar bajo tensión a comer, disponer el tiempo suficiente (mínimo 30 minutos), beber suficiente cantidad de líquidos, incorporar en la dieta proteínas de origen animal (pescado, aves y carnes rojas), legumbres, verduras y hortalizas de estación, frutas variadas, en otras palabras disfrutar de la comida, nunca será efectiva una dieta que no sea sabrosa.